
II
La chica, el anciano y el cínico en una isla navegante
Carla de Tale.
Aidan se despidió con un leve movimiento de la cabeza y bajo las escaleras.
Kraden y yo nos volteamos y caminamos hacia el lado inferior del pasillo, pero antes de siquiera terminar el pasillo me detuve.
-¿Crees que hacemos bien marchándonos así sin mas?-le dije a Kraden. Este frunció el ceño en señal de pregunta.- cuando hayamos bajado esas escaleras, nos será imposible volver a entrar al faro.
Kraden asintió.
-quizás debí detener a mi hermano.
-Carla, ¿Te preocupa algo?-dijo Kraden, mirándome, pero yo estaba con la vista fija en la escalera.
-es solo que…
-¿Qué piensas? ¿Qué te inquieta?-pregunto Kraden.
-tengo un mal presentimiento…-suspire e instintivamente sentí un escalofrío- como si algo terrible fuera a suceder…
-eso no es propio de ti, Carla-salio una voz de la nada, de repente se escuchó un “Crack”, yo y Kraden nos volteamos y en un haz de luz apareció un hombre alto, de pelo entre celeste y blanco, vestía ropa azul y una capa, yo y Kraden nos miramos sorprendidos al ver a Alex-¿Sorprendidos de verme?
-eh… ¡Alex!... ¿Estabas escuchándonos?-pregunto Kraden, alzando una ceja.
Alex parecía evaluar el lugar, miraba intranquilo de un lado hacia el otro.
-¿Dónde esta Aidan?-pregunto, mirando a Kraden- ¿Por qué no está con ustedes?
Me volteé y camine un poco hacia el lado superior del pasillo.
-¿Mi hermano? Se ha ido- dije secamente, no me gustaba Alex, era el ser mas cínico del mundo, y no me importaba tener pocos modales con él.
-mmm...… ¿Qué estará planeando Aidan?- dijo Alex pensativo.
-estaba preocupado por Mabee. Fue a ver como estaba- respondió Kraden.
Alex refunfuñó un poco y luego exclamó:
-¡Se suponía que debía guiarlos hasta la salida!- algo no andaba bien, Alex estaba demasiado raro- pensaba que ya estarían lejos del faro, ¿Por qué siguen aquí?
-intentamos detener a Aidan para que no volviera a lo alto del faro-dijo Kraden.
-hay que ver…-suspiro Alex- cuando a Aidan se le mete algo en la cabeza, no hay quien le haga cambiar de idea.
El ambiente no me ponía de buen humor, estaba intranquila y cuando estaba intranquila no estaba de ánimos, entonces busque la escusa para descargar algo de mi ira, me volteé y mire a Alex.
-Alex, ¿Por qué dijiste eso antes?-dije impacientemente, Alex frunció el ceño en señal de pregunta-¿Qué querías decir con eso de…? ¿“no es propio de ti”?
-simplemente me sorprendió oír esas palabras de preocupación-dijo Alex con voz calmada, luego miro hacia otro lado y dijo-por cierto, que valiente Aidan…
-¡no cambies el tema, Alex!- casi le gritó, pero no estaba de ánimos para que me evadieran-¡¿Qué querías decir?!
>> ¿Estás insinuando que no tengo sentimientos?
-si eso es lo que has entendido, puede que me haya expresados mal, mis disculpas-dijo Alex mantenido su voz calmada.
¡Cínico! ¡Que se puede esperar de un Escorpio! Grito una voz interna en mi cabeza, es verdad Alex era Escorpio, y algunos de esté signo eran cínicos y cizañaros. Le fruncí el ceño a Alex, mientras él me miraba como si nada.
-bueno, Carla, Alex ya ha dicho que fue un mal entendido- dijo Kraden, me volteé fieramente hacia el anciano.
-yo no estoy tan segura, Kraden- por la expresión en el rostro de Kraden debía estar iracunda. Me acerque a Alex y le apunte con mi índice derecho-¿Quién te crees que eres para decirme algo así?
-retiro lo dicho, querida-dijo Alex con su voz calmada- deja de darle vueltas al asunto.
>>Así que cuéntanos qué pasaba con-hizo ademán de comillas-“ese mal presentimiento”, Carla.
-es que… no estoy segura de que debamos abandonar el Faro de Venus todavía- me volteé de nuevo hacia donde se fue mi hermano.
-¿Qué estas diciendo?-pregunto Kraden, me volteé hacia el rostro arrugado de mi amigo.
-no esperaras que nos quedemos aquí dentro…-dijo Alex, algo extrañado.
-Alex tiene razón. No podemos hacer eso, Carla.-dijo Kraden, preocupado-sólo entorpeceríamos a los otros…
¡Los otros!... ¡OH, No!
-¿Los otros? ¿Es que Pablo nos ha seguido hasta el faro?-pregunte desesperada, eso no significaba nada bueno.
-es lo mas probable- dijo Kraden frunciendo el ceño en señal de preocupación.
-¡seguro que intentara detener a Saturos y a Menardi!-exclame, y luego deje salir un poco de aire, fruncí el ceño también- si mi hermano se encuentra a Pablo, terminaran luchando.
Alex meneó la cabeza.
-si aún no han encendido el faro de Venus, sí, lucharan-dijo como si eso no fuera nada, pero si era algo… ¿Quién ganaría, si eso pasaba?
-Aidan es demasiado terco, ¿no?-dijo Kraden, mirando hacia donde Aidan se marchó.
-¿Por qué los chicos serán tan necios?-dije frunciendo el ceño y mirando donde Kraden.
-será terco, pero Aidan no es ningún necio. Sus puntos buenos superan los malos…-dijo Kraden negando con la cabeza.
-creo que Pablo comprendería si hablásemos con él.
Avancé unos pasos más.
-¿Por qué no se me habrá ocurrido antes?-me dije a mi misma, luego mire a Kraden- por favor… subamos y hablemos con Pablo.
-me temo que no es posible-dijo Alex.
-¿Por qué no, Alex?-pregunte mas impaciente de lo normal.
-él es nuestro enemigo-respondió calmadamente.
-¿Pablo un enemigo?-no podía creer sus palabras.
-puede que nuestros métodos difieran, pero tanto tú como yo buscamos la misma cosa…- me dijo Alex pero Kraden continuó.
-encender los faros elementales…
-y Pablo y sus amigos intentaran evitarlo.
-¿Y eso los convierte en enemigos?-pregunte indignada.
-no temas…no serán capaces de acabar con Saturos y Menardi- dijo Alex, como si esas dos víboras me importasen, solo quería Aidan y a Pablo…cuando pronuncie mentalmente su nombre un extraño placer me rodeo, no extraño, si no familiar. Alex se volteó- así que…Aidan volvió a lo alto del faro…
-¿Qué te alegra tanto, Alex?- pregunto Kraden, aparentemente no era la única que había notado su tono de alegría.
-¿Por qué no habría de estarlo? Después de todo el faro volverá a brillar pronto.
-Alex, ¿Por qué estas tan desesperado porque se encienda el faro?-pregunte, había algo raro, Alex algo se llevaba en manos.
-vaya-suspiro Alex- parece que ha llegado la hora de las respuestas, ¿no?
>>Hace tiempo
-
-quiero ver ese mundo y…
-¿y que, Alex?-pregunte.
-ya hemos hablado demasiado. Continuaremos en otro momento-dijo Alex- debemos abandonar el faro antes de que sea encendido.
-estoy de acuerdo…vayamos al lugar acordado y esperemos allí a Aidan- dijo Kraden.
Dude un segundo.
-muy bien, Kraden, en marcha.
Íbamos yo y Kraden tras Alex, el era el mas poderoso de los tres, bueno de los dos, dado que Kraden no poseía Psi-energía, y yo solo poseía un poco de conocimientos básicos.
Caminamos por el pasillo hasta hallar una escalera de caracol, bajamos por esta y dimos con una plataforma, y bajo de estaba otra con dos bloques y después de esta solo había un pozo, pasamos hacia el lado izquierdo de la plataforma y hayamos una puerta, esta daba a un pasillo lleno de estatuas de mujeres. Luego seguimos por la izquierda de nuevo y vimos que el pasillo tenía una extensión hacia abajo, bajamos y vi otra escalera, pero seguimos de largo, porque sabíamos que no nos conduciría a nada en particular.
Salimos del pasillo y llegamos al salón donde se podían ver las dos plataformas frente ami, seguimos hacia la parte inferior del salón, allí había un pilar con unos tallados raros, mientras Kraden y Alex iban descendiendo yo leí el grabado.
Si queréis al Faro de Venus, primero busca su poder para obtenerlo debes ver con los ojos de la verdad. Así se abrirá el camino. Pero el camino que desvelos no es el comienzo. El verdadero comienzo esta en pasadizos de tierras lejanas.
No entendí que significaba, pero no tenia tiempo Alex y Kraden me apresuraron.
Salimos al pasillo principal donde estaban las estatuas de algunas mujeres, aparentemente estaban levitando en el vacío, pues solo había un camino, pero este no conectaba a las murallas.
Salimos por la inmensa puerta principal, esta daba a un hermoso bosque, y antes de entrar a él, había un círculo redondo de plata, donde estaba tallada la imagen de un árbol, yo estaba en una plataforma donde había dos estatuas de dos mujeres con túnicas, a cada lado de estas había una escalera, bajamos por al de la izquierda, habían unos pigargo posados en el circulo de plata, y cuando nos oyeron acercarnos salieron volando.
Había un camino por el bosque, por el seguimos derecho hacia abajo.
-¡Ahí están! ¡Atrápenlos!-grito una voz bajo el bosque, seguimos avanzando por el camino y vimos dos grupos divididos entre el camino hacia la cordillera y el camino a Lalivero, el de Lalivero eran puros soldados, y el de camino a la cordillera eran trabajadores y gente común.
-Iodem nos ordeno motar guardia aquí pero…-decía un soldado-¡nunca pensé que nos fuéramos a topar con ellos!
Un trabajador me frunció el ceño y dijo:
-¡rufianes! ¿Dónde tienen a Mabee?
-¡devuélvanosla o lo lamentaran!-dijo otro trabajador.
-mmm..... ¿No se supone que eran más?-dijo un soldado.
-seguro que sólo son los primeros en salir…-dijo otro.
-¡perfecto! ¡Los superamos en número!-exclamo triunfante un trabajador.
-probablemente los capturemos, ¿no crees?- dijo otro.
-ve a alertar al destacamento acampado en Lalivero…-ordenó un soldado.
-¡señor! ¡Si, señor!- respondió el soldado y salio por el camino de la derecha.
-¡y nosotros avisaremos a los que se han quedado en las cuevas!-exclamo un trabajador.
-¡entendido, jefe!-respondió otro y este se fue.
-que mala suerte… Una emboscada. ¿Y ahora que hacemos, Carla?-pregunto Kraden, lo mire y puse los ojos en blanco y luego apunte con mi mano a los dos grupos que se erguían hacia nosotros.
-¿Qué quieres decir? Mira a tu alrededor… ¡no tenemos más alternativa que luchar!-era obvio.
-¿Hablas enserio? –pregunto Alex, tras de mi-Carla, ¿estas preparada para enfrentarte a estos hombres?
Mire a Alex extrañada que preguntase eso, siendo que el era mas tenaz que yo en ese sentido.
-no tenemos elección…-dije, estaba intranquila, no quería mas inocentes lastimados.
-en ese caso, permíteme que te alivie el peso- me dijo Alex.
-¿Peso?...- pregunto Kraden.
-nos reagruparemos en el camino de salida de Lalivero, ¿Entendido?
-claro-dije secamente.
-no hace falta que nos lo recuerdes, Alex. Sabemos donde es el lugar-dijo Kraden.
-seguid este camino hacia el oeste-dijo apuntando el camino de la derecha- y atraviesen el cañón hasta la cueva.
>>al otro lado encontraran una pequeña península llamada Idejima. Nos veremos allí.
Kraden y yo asentimos. Alex se volteo hacia lo trabajadores y dijo.
-tienen suerte de que sólo esos trabajadores bloquen su ruta.
-si, por suerte…-dije.
-no parecen muy duros…-dijo Kraden.
-¡hola! ¡Los estamos oyendo!-nos grito uno.
-¡que falta de respeto!-grito otro.
-¿Por qué no escapan y me dejan a mí los soldados de Tolbi?-dijo Alex.
-¿Nosotros dos? ¿Solos?-pregunte dudosa.
-sabes usar Psi-energía, ¿no, Carla?-pregunto Alex alzando una ceja.
-esto…si-balbuceé, mordiéndome un poco el labio, sabia usar, pero no sabia si era lo suficientemente poderosa para derrotar a cuatro hombres.
-entonces, no les pasara nada-dijo Alex, y yo y Kraden asentimos-nos reuniremos en la península.
Alex avanzo un paso hacia los soldados y el soldado a cargo dijo.
-¿Crees que puedes acabar tú solo con lo mejor de Tolbi, hombrecillo?
-prefiero evitar innecesarios derramamientos de sangre…-dijo Alex, con voz calmada.
-mira con lo que salta…-dijo un soldado-¿Y es cuando tenemos que echarnos a temblar?
-si les ponen una mano encima a estos dos, les aseguro que se arrepentirán- dijo Alex, mirando a los dos grupos de cuatro personas.
Dos soldados fueron hacia Alex.
-al dar el primer paso asumo que quieren pelea. Permítanme asestar el primer golpe.
Alex, estiro su brazo derecho y empezó a respirar, luego de los pies de un soldado empezó a brotar agua, y de la nada se hizo un geiser que saco volando al soldado a quien sabe donde, luego hizo lo mismo con el otro.
-¿Qué fue eso?-tartamudeo un soldado.
-¡no lo se, pero fuera lo que fuera, nos queda demasiado grande!-dijo otro.
-ustedes, encárguense de el hasta que lleguen los refuerzos-dijo el soldado.
-vaya, ¿ustedes son los siguiente?-rió Alex, se acerco a los cuatro trabajadores.
-¡eh, por nosotros que no sea!-dijo un obrero.
-no somos soldados… ¿acaso somos alguien?-dijo otro.
-en serio. ¿Qué te hace pensar que nos vamos a enfrentarnos a ti?-pregunto otro.
-¡salgamos de aquí!-grito el de más atrás.
Salieron los cuatro obreros corriendo, uno se tropezó, luego se paró y siguió corriendo.
-qué indecoros…-suspiro Alex- y que vergonzoso.
>>Carla es tu oportunidad. Ve a Idejima y espérenme allí.
Un soldado iba disparado hacia la cordillera, pero Alex se interpuso y dijo:
-todavía no he acabado con ustedes. ¿Han mencionado unos refuerzos en Lalivero?- Alex sonrío de oreja a oreja- hagámosles una visita, ¿Les parece?
-¡eh, tú! ¡Vas a llevarte tu merecido cuando lleguen!-dijo un soldado tratando de sonar amenazador.
-realmente creen que podrán detenerme-dijo ale frunciendo el ceño-ni un centenar podría, los soldados retrocedieron un poco- me haces gracia…tendría que verlo para creerlo.
Luego los soldado huyeron y Alex fue tras ellos.
-se han ido…-dijo Kraden.
-eso parece-dije.
-Vámonos, Carla…pongámonos en camino- apremió Kraden-¡ya no hay nadie que nos impida continuar!
-pero…-dije seguía preocupada, por mi hermano y Pablo.
-¿Y qué pasa ahora?- le mire preocupada- ah… ¿estás preocupada por no herir a inocentes?- bueno so también me preocupaba, así que asentí- bueno, entonces trata de contenerte cuando estés luchando- asentí de nuevo-¡pongámonos en marcha! ¡Hacia la península!
Avanzamos rápidamente por el camino izquierdo del bosque, tenia que tener cuidado, los obreros habían pedido refuerzos, y no quería herir a nadie. Kraden iba tras de mí.
Cuando iba saliendo del bosque vi a un hombre calvo, alto, tenia empuñada una espada y refunfuñaba.
-¿Por qué tengo que ser yo quien espere a los refuerzos?- luego se dio vuelta aparentemente no noto mí presencia, porque volvió su vista hacia la cordillera y grito-¡ah! ¡Por…por favor! Dejen que me vaya y… ¡Ey!- ahora se volvió hacia mí- ese tipo de cabello azul no está con ustedes.
-si- dije desafiante.
-¡que bien! ¡Entonces podré mostrarles de lo que soy capaz!- dijo el hombre, de seguro debía de ser un obrero, por como vestía, musculosa y pantalones nada mas.
No tenía tiempo para juegos, así que decidí probar una Psi-energía nueva, tome mi bastón, que en la punta parecía una luna cuatro menguante, lo eleve al cielo, y de este empezó a salir llamas y las llamas formaron la silueta de una criatura serpenteante, esta choco contra el rufián y el cayo al instante rendido en el suelo. ¡Soy increíble!
Salí el bosque y llegue a la cordillera de Suhalla, había una subida rocosa que podría subir sin problemas, incluso Kraden, que se mantenía en buena forma.
Eran dos subidas, y cuando llegamos a la última vi a otro rufián.
-¡ah! ¡Son ellos!- grito al vernos- espera un segundo… ¿Dónde ha ido el tipo de pelo azul? ¡Da igual! ¡La niña y el abuelito no son rivales para mí!
Se acercó a mí y yo ocupé la misma técnica y lo deje en el suelo. Ja parece que la niñita te venció, ¡viejo!, seguí mi camino sin prestar al cuerpo en el suelo. Llegue a un risco, donde había una enredadera, baje por esta, luego había otro y seguí bajando por otra enredadera, luego fui hacia la derecha donde se hallaba una cueva, iba a entrar, pero antes de hacerlo salieron tres rufianes.
-¡ja! ¡Esperarlos aquí fue una buena idea!-dijo uno- ustedes no vana ninguna parte. Bueno, si: con nosotros a ver al maestro Iodem.
-acabemos con esto rápido- dije frotándome los parpados, ni me cerque a ellos solo invoque a al serpiente de fuer y los derribe en un segundo a los tres rufianes.
Entre en la cueva, tenia que bajar más en ella para llegar a Idejima, cuando me acercaba a la salida se me apareció un incesto similar a una hormiga, solo que esta hormiga media lo mismo que yo. Casi por inercia invoque a al serpiente y destruyo a la hormiga.
Cuando el monte Aleph hizo erupción, muchos fragmentos de rocas Psi-enérgicas, y estos tendían a caer en gente, animales, y hasta cadáveres dándoles a todos poderes, y haciéndolos mutar, como ene l caso de esta hormiga.
-¡vaya! ¡Qué estimulante! Aunque tampoco era muy fuerte…-dijo Kraden, yo sol asentí, había usado mucha Psi-energía, sobre todo para mi nivel, entonces me cansaba mucho-¡nunca pensé que luchar fuese tan divertido!-¡luchar! ¡Él no hacia nada!- bueno será mejor que reanudemos nuestra marcha…
Encontré en el suelo una roca Psi-enérgica, esta me ayudo a reestablecerme, y luego desapareció, estas rocas eran moradas y brillantes.
Encontré un poco después la salida hacia la península de Idejima, era una gran península, con algo de bosque.
-¿Parece que hemos llegado? ¿No?-pregunto Kraden, cuando salimos de la cueva y nos dirigimos a un risco cercano a esta, yo solo asentí levemente con la cabeza, seguía procurada- la península al final del camino hacia el oeste…eso es lo que nos dijo- yo asentí de nuevo-¡esto debe ser Idejima!
>>mmm..... Menardi dijo que habría un barco esperando…
-si, eso dijo-le dije a Kraden.
-busquémoslo, a ver si podemos dar con él.
Caminamos alrededor del risco pensando que lo encontraríamos cerca de éste, llegamos a una parte donde el rico se conectaba con unas dunas, y estas daban al mar.
-¡Carla, lo encontré!-exclamó Kraden, apuntando a un brillo que se producía en la costa, era raro, pero cuando el brillo dejo de molestarme los ojos, pude distinguir la cabeza gigantesca de un dragón de plata, vi que se trataba de un gran barco de madera y a los costados tenia el diseño de unas garras de dragón- a simple vista da la impresión de ser un barco corriente pero…hay algo raro en todo esto…
No me di cuenta cuando Kraden salto hacia una duna y se dejo arrastrar hasta la costa.
-¡espera, Kraden!- le grite, cuando llego a la costa y se subió al barco-¡como siempre! ¡Pareces un niño morboso!- desde donde estaba no podía verlo muy bien que hacia, con suerte y distinguía su cabello cano. Me moví de aquí para allá tratando de buscar un lugar donde pudiese verlo-¡¿Por qué tardas tanto?!- se bajo del barco y corrió directamente hacia mi, no le convenía una fractura a esta edad, cuando llego a donde estaba yo le dije-¿Qué ocurre?
-no está…-dijo negando con la cabeza, mirando hacia el faro.
-¿Mm? ¿De qué estas hablando?
-el objeto…que lo pone en marcha-dijo Kraden, inmediatamente me llene de duda.
-¿Qué quieres decir? ¿Por qué es tan importante ese…objeto?-pregunte.
Kraden se volvió a fijar en el barco,
-el barco no funciona sin él-dijo Kraden.
Estaba que echaba chispas, di dos pasos torpes hacia la parte superior de la península, quería gritar, sacarme esta rabia.
-¡esa Menardi! ¡Nos ha engañado!-grité.
-¿engañado?-pregunto Kraden, me volteé hacia él, y clave la vista en sus anteojos redondos.
-sí, o ¿Qué se supone que vamos a hacer con un barco inservible?-pregunte.
-no veo el engaño-dijo Kraden clamadamente- si el barco estuviera inservible, ¿Cómo habría podido llegar hasta aquí?
-vale, de acuerdo-refunfuñé, me senté un rato en la raíz de un árbol a pensar, mientras Kraden se movía de aquí para allá, pensando en quien sabe que.
-ha tenido que ver con el orbe…-dijo exaltado, casi me da un infarto cuando me saco de mis pensamientos.
-¿Qué orbe?-pregunte parándome.
-te acuerdas del cristal que llevaba Saturos-me pregunto.
-¿Aquella extraña perla negra?-dije cuando pude recordar a que se refería.
-estoy seguro de que sirve para manejar el barco-dijo Kraden.
-¡Carla, Kraden!- grito una voz desde la cueva, de repente apareció Alex- por fin los encuentro. Ya veo que han dado con el barco. Zarparemos cuando el faro sea encendido ¿de acuerdo?
Todos nos volteamos expectantes.
-¿Qué raro?-dijo Kraden, extrañado.
-¿Qué ocurre?-pregunto Alex al ver la sorpresa del anciano de barba blanca.
-el faro… todavía no está encendido- respondió.
-es cierto… ¿Por qué tardaran tanto?-dijo Alex y luego musito.
-¿Y por qué no habar regresado mi hermano?-pregunte yo, también eso me intrigaba.
De repente la tierra empezó a temblar, he instintivamente nos fijamos en el faro, y vimos una luz verde salir de la cima.
-¡lo hicieron, Carla!-grito Kraden-¡han encendido el faro!
-¡¿Qué esta pasando, Kraden?!-pregunte, era verdad, cada vez se hacia mas intenso y estaba que perdía el equilibrio-¿Por qué no deja de temblar el suelo?
“Crush” los cimientos del faro empezaron a dividirse.
-es extraño… ¡de hecho creo que va a más!- exclamo Alex.
-¡mierda! ¡Creo que el faro se va derrumbarse!- grite a voz de piel.
-con el faro de Mercurio no paso esto, ¿Por qué con el de Venus?-dijo Kraden, al tiempo que unas rocas se derrumbaban cerca de la entrada de la cueva.
“¡¡¡Crush!!!”- se escuchó y ahora si perdimos todos el equilibrio.
-¡el temblor a provocado la escisión de
-¡¿Cómo vamos a Gondowan ahora?!-grite. Sentí otro movimiento extraño.
-Idejima… ¡se esta desplazando mar adentro!-grito Kraden.
-¿Qué va a ser de nosotros?-grite.
No se cuando me quede inconciente, solo que vi pasar la noche, y a la mañana siguiente desperté a Kraden.
-¡Kraden!... ¿Cuándo va a detenerse esta isla?- exclamé, mientras miraba el cielo, todavía recostada sobre la suave hierba.
-no lo sé…-dijo Kraden, luego bostezó y dijo- esperaba que me lo dijeras tú.
-vaya… la próxima vez ahorraré la pregunta-dije malhumorada.
-mmm..... Tengo hambre- dijo Kraden.
-¿Cómo puedes estar pensando en comida?- dije irritada-me pregunto qué habrá sido de mi hermano.
-no lo sé con certeza, pero el Faro de Venus fue encendido- respondió, yo hice un sonido similar al de una foca.
-eso ya lo se no hay que ser un genio…por eso estamos a la deriva, ¿no?
-hoy amaneciste con las pulgas, ¿no, Carla?- no le respondí- bueno, supongo que estas preocupada por Aidan.
-Pablo y los demás han debido de estar en el faro también- dije.
-creo que tienes razón…
-los hecho de menos…Pablo…Aidan…
Sentí unos pasos en la hierba, y de pronto escuche la voz de Alex.
-síganme- yo y Kraden nos sorprendimos- hay algo que quiero que vean.
Nos paramos al instante, y seguimos a Alex, por el medio de la isla, por unos pequeños bosques de árboles jóvenes.
-¡Mabee! ¡Aidan!- exclamo Kraden.
-Aidan…Mabee…-dije sorprendida, habíamos llegado a una orilla, y vimos los cuerpos de Aidan y Mabee, estaban inconcientes votados en la arena, yo y Kraden nos dirigimos hacia ellos de inmediato.
-están…están vivos…-dijo Kraden, después de tocar el cuello de Mabee, yo hice lo mismo con el de Aidan y grite.
-¡Están vivos!
-¿Qué es todo esto?-pregunto Kraden volteándose a Alex que seguía en la orilla del bosque- Alex, ¿Qué ha ocurrido?
No hay comentarios:
Publicar un comentario